La
región aprovechó la penetración de la tecnología; sin embargo, Paraguay
aún permanece sumido en el debate, con la soja resistente al glifosato,
y ahora, con el algodón Bollgard; ambas tecnologías obsoletas.
Paraguay perdió el tren de la
biotecnología y permanece en el fondo en cuanto a la adopción de
cultivos transgénicos en la región. Así lo expresa un material de la
Agencia Argentina de Biotecnología (Argenbio).
Nuestro país solo en soja compite cabalmente, con el 95% de su superficie sembrada con la tecnología, que ha logrado el posicionamiento del país como cuarto mayor exportador de la oleaginosa en el mundo.
Sin embargo, Argentina tiene el 100% de su superficie sembrada con la soja transgénica; Brasil está llegando al 75% de cobertura, aunque la extensión del vecino país es muy superior a lo manejado en el resto de la región. También Uruguay, con cerca de un millón de hectáreas, cuenta con el 100% de área cubierta con la soja transgénica.
En otros segmentos, Paraguay no tiene participación; sin embargo, Argentina tiene el 86% de la superficie de maíz, cubiertas con materiales genéticamente modificados y proyecta llegar al 100% en los dos próximos años; el gigante sudamericano se vuelve un jugador gravitante con la biotecnología, llegando al 56% del área con variedades transgénicas; mientras Uruguay se acerca, llegando al 83% de su superficie con materiales genéticamente modificados.
Si bien Paraguay recién incorporó el algodón transgénico de primera generación, no tiene presencia en cantidad de área; mientras que Argentina tiene el 97% de cobertura y Brasil llega al 25%.
PROPIEDAD. Un punto siempre utilizado por las instituciones en contra de la tecnología es que las multinacionales concentran el negocio de las semillas; sin embargo, Brasil ha desechado esta posición, lanzando su primera variedad de feijão transgénico, resistente a plagas. También China investiga el arroz transgénico resistente al mosaico dorado.
Si Paraguay lleva adelante un programa de investigación, también podría ser capaz de tener sus propios materiales y cobrar regalías por el uso de las mismas.
La biotecnología es una de las ciencias que sigue avanzando y se convierte cada vez en la herramienta principal para reducir el hambre en el mundo. En el año 2011, la adopción global de los cultivos transgénicos continuó creciendo con tasas sin precedentes.
Según Clive James, autor del informe anual sobre la adopción global de los cultivos GM, publicado ayer por ISAAA (Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas), durante el 2011 se sembraron 12 millones de hectáreas más que en 2010, lo que representa una tasa de crecimiento anual de un 8%.
la cifra
Nuestro país solo en soja compite cabalmente, con el 95% de su superficie sembrada con la tecnología, que ha logrado el posicionamiento del país como cuarto mayor exportador de la oleaginosa en el mundo.
Sin embargo, Argentina tiene el 100% de su superficie sembrada con la soja transgénica; Brasil está llegando al 75% de cobertura, aunque la extensión del vecino país es muy superior a lo manejado en el resto de la región. También Uruguay, con cerca de un millón de hectáreas, cuenta con el 100% de área cubierta con la soja transgénica.
En otros segmentos, Paraguay no tiene participación; sin embargo, Argentina tiene el 86% de la superficie de maíz, cubiertas con materiales genéticamente modificados y proyecta llegar al 100% en los dos próximos años; el gigante sudamericano se vuelve un jugador gravitante con la biotecnología, llegando al 56% del área con variedades transgénicas; mientras Uruguay se acerca, llegando al 83% de su superficie con materiales genéticamente modificados.
Si bien Paraguay recién incorporó el algodón transgénico de primera generación, no tiene presencia en cantidad de área; mientras que Argentina tiene el 97% de cobertura y Brasil llega al 25%.
PROPIEDAD. Un punto siempre utilizado por las instituciones en contra de la tecnología es que las multinacionales concentran el negocio de las semillas; sin embargo, Brasil ha desechado esta posición, lanzando su primera variedad de feijão transgénico, resistente a plagas. También China investiga el arroz transgénico resistente al mosaico dorado.
Si Paraguay lleva adelante un programa de investigación, también podría ser capaz de tener sus propios materiales y cobrar regalías por el uso de las mismas.
La biotecnología es una de las ciencias que sigue avanzando y se convierte cada vez en la herramienta principal para reducir el hambre en el mundo. En el año 2011, la adopción global de los cultivos transgénicos continuó creciendo con tasas sin precedentes.
Según Clive James, autor del informe anual sobre la adopción global de los cultivos GM, publicado ayer por ISAAA (Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas), durante el 2011 se sembraron 12 millones de hectáreas más que en 2010, lo que representa una tasa de crecimiento anual de un 8%.
la cifra
136 millones de hectáreas de cultivos transgénicos se siembran en 29 países, en apenas 16 años del uso de la tecnología.
Fuente : Ultima Hora
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