A
 la hora de inicio del registro, el Indert   encontró en el lugar 739 
personas, pero al promediar la tarde, alrededor de 500 carperos fueron 
llegando presurosos en sus vehículos y motos a la zona ocupada.  
Sin
 aviso previo, un grupo de funcionarios del Instituto Nacional de 
Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) llegaron ayer a la localidad de
 Ñacunday y censó a las familias de carperos afincados en el campamento,
 ubicado a unos 70 kilómetros al sur de Ciudad del Este, en la margen 
del Parque Nacional   Ñacunday. El censo se concretó un día después de 
que el titular del Indert, Luis Ortigoza, anunciara que se haría un 
registro.  
La
 comitiva  tenía inicialmente como destino la localidad de Chino Cué, 
pero por una contraorden se dirigió a la localidad de Toro Cuá, distrito
 de Ñacunday, sur del Alto Paraná, para censar a los carperos en el 
lugar. 
RESULTADOS. Según el informe oficial, un total de 739 personas fueron 
encontradas este miércoles por los funcionarios del Indert en el 
inmueble reclamado por los ocupantes y cuya titularidad es atribuida al 
empresario Tranquilo Favero.
El
 informe agrega que otras 500 personas fueron llegando a la zona ocupada
 a medida que promediaba la tarde, a quienes también se les registró en 
planilla separada para conocimiento de las autoridades de la 
institución. 
"El
 censo, que constituye el punto de partida para cualquier gestión, fue 
un éxito; ahora queda el trabajo de gabinete para determinar con 
precisión la situación de todos estos compatriotas", aseguró el  
presidente del Indert. 
El operativo  se inició a las 7.30  y fue realizado por una  comitiva 
de 30 funcionarios compuesta por el director regional del Indert en Alto
 Paraná, Tadeo Centurión, el gerente de Desarrollo Rural, Vidal Godoy, y
 el gerente de Colonias y Tenencias, Sergio Ortega.
Una
 dotación policial de antimotines  de Orden y Seguridad, encabezada por 
  el comisario principal Francisco Agüero, director de la 4.ª Zona 
Policial, brindó seguridad a los funcionarios del Indert, para realizar 
su trabajo. No hubo incidentes y el operativo terminó alrededor de las 
16.00.
DEPURACIÓN.
  "La lista será traída a Asunción, donde se tiene que depurar para ver 
quiénes tienen necesidad de tierras y quiénes no", afirmó ayer el 
dirigente Federico Ayala, de la comisión vecinal Santa Lucía, quien 
sostuvo que se encontraba en Asunción.
Ayala,
 quien reemplaza a Victoriano López Cardozo, actualmente recluido por 
dos procesos judiciales en trámite, sostiene que tienen censados a unas 
 6.900 familias  como integrantes del campamento.
SORPRESA.
  El trabajo de censo sorprendió a varios carperos que estaban fuera del
 campamento, quienes tuvieron que dirigirse en sus vehículos hacia el 
lugar donde los funcionarios del Indert se encontraban realizando el 
censo.  
Los
 carperos estacionaron sus camionetas y furgonetas al otro lado del río 
Ñacunday y se desplazaron a pie hasta la sede del campamento que está 
ubicado a unos mil metros al sur del cauce hídrico, según los lugareños.
"Es normal que la gente ingrese y salga del campamento. No hubo 
prohibición, pero vamos a llenar de vehículos acá  si permitimos el 
ingreso. El trabajo se está realizando normalmente", dijo el comisario  
Agüero al ser consultado sobre una supuesta disposición policial que 
prohibía el ingreso de los carperos que realmente no estaban en el 
lugar.  
PLAZO.
  La Liga Nacional de Carperos (LNC), integrada por la gente de 
Ñacunday, había emplazado al Gobierno de Federico Franco por un mes  
para que brinde soluciones a los reclamos de tierras en el país. 
Los
 carperos de Ñacunday inicialmente dieron un plazo de ocho días, bajo 
amenazas de ocupar tierras frente a la hacienda Espigón de la colonia 
Paranambú, ubicadas a unos 5 kilómetros del campamento, pero luego 
revieron su postura y extendieron por otras semanas más. El plazo dado 
inicialmente vence el próximo 6 de agosto. 
FUENTE: ULTIMA HORA 
 
 




 
    
 
   
 Aunque
 el mayor mercado de nuestra exportación de soja es la Unión Europea, 
Brasil es el principal destino de nuestros envíos de trigo y maíz, con 
lo que nuestra posible salida del bloque, definitivamente, tendrá 
impacto negativo sobre el sector de la agricultura, explicó Sonia 
Tomassone. "Lo que todavía no sabemos es la proporción del impacto que 
tendría en el agro la salida del bloque”, acotó.
Refirió que hasta hace poco, cuando surgían trabas a las 
exportaciones, recurríamos primero a nivel bilateral, luego la instancia
 multilateral. Estando dentro del Mercosur por lo menos tenemos 
instancias de reclamo, porque fuera del bloque la protesta sería difícil
 de encaminar”, señaló.
Aunque
 el mayor mercado de nuestra exportación de soja es la Unión Europea, 
Brasil es el principal destino de nuestros envíos de trigo y maíz, con 
lo que nuestra posible salida del bloque, definitivamente, tendrá 
impacto negativo sobre el sector de la agricultura, explicó Sonia 
Tomassone. "Lo que todavía no sabemos es la proporción del impacto que 
tendría en el agro la salida del bloque”, acotó.
Refirió que hasta hace poco, cuando surgían trabas a las 
exportaciones, recurríamos primero a nivel bilateral, luego la instancia
 multilateral. Estando dentro del Mercosur por lo menos tenemos 
instancias de reclamo, porque fuera del bloque la protesta sería difícil
 de encaminar”, señaló.